Myiopsitta monachus
La
cotorra argentina es un ejemplo paradigmático de especie introducida como
mascota.
Es
fácil ver y oír sus estridentes gritos de la cotorra argentina en nuestros
parques y jardines. Sobre todo los nidos coloniales que pueden llegar a pesar
decenas de kilos y que proporcionan protección a los huevos a las bajas
temperaturas. Hablando de huevos, es
capaz de incubar más de 5 huevos a la vez, que eclosionan a los 26 días de la
puesta. Como cualquier especie invasora que se precie tiene una alta tasa
reproductiva. Como consecuencia de esto, su población se ha multiplicado
en nuestro país, donde las cotorras compiten con las especies autóctonas, como
mirlos y urracas.
Actualmente, está prohibida su venta en España.
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